Educación en la primera infancia.

diciembre 27, 2023 Por Ernesto Ugarte 0

El papel de los padres, la familia y la escuela en el desarrollo neuropsicológico del niño.

Entendamos la primera infancia como el periodo comprendido desde el momento de la concepción hasta los 6 años de edad aproximadamente. No he elegido el periodo a partir del nacimiento, porque el cerebro humano da manifestación de actividad a las tres semanas, (incluso antes de que la madre sepa que lleva una nueva vida en su vientre) y es factor determinante para su complejo desarrollo a lo largo de la vida.

En el ciclo vital del ser humano, pocas veces se considera la etapa prenatal, y la madre, el padre y la familia en general deben saber que el nuevo ser esta en un entorno donde se lleva a cabo el milagro de la vida, y donde el cerebro empieza a construir conexiones neuronales para la estabilidad del ser humano que es y que será.

 Es importante dejar en claro que la información genética que se encuentra en un ovulo y en un espermatozoide de la especie humana, al momento de su unión, se llevara a cabo un proceso evolutivo que dará origen a un ser humano, (hombre o mujer) y que, de ninguna manera, bajo ninguna circunstancia dará origen a un perro, un caballo, o una cabra. (y quien en edad adulta se auto identifique como alguno de estos animales, esta determinado por un constructo social, educativo, y una distorsión de la realidad).  

Ese cerebro humano, tardara en madurar 20 años aproximadamente y de aprender, será durante toda la vida, de manera que las sensaciones y percepciones del mundo se van interpretando de manera diferente según se encuentre un individuo en su edad cronológica. Es decir, el cerebro posee una plasticidad que se moldea según el entorno en el que se desenvuelve el niño, se adapta a situaciones de aprendizaje y puede verse estimulada o restringida por la interacción con su medio.

El papel de los padres, es entender este hecho, porque muchas veces, nos dirigimos a nuestros hijos como si estos fueran adultos en cuerpos pequeños.

Los primeros años de vida son esenciales, su estimulación en un ambiente favorable, determinara el futuro comportamiento del individuo. Entendemos ambiente favorable el entorno potenciado de cuidados, responsabilidad, afecto, alimentación, educación, igualdad de oportunidades, etc.

En la relación directa que se establece entre los padres y sus hijos, entre los educadores y los niños, es importante reconocer que surge una integración sensorial, motora y emocional que impacta en el desarrollo cerebral infantil.  Las experiencias que se tengan en esta etapa, van a matizar al cerebro, lo van a moldear, sensibilizar, preparar para dar respuestas y conductas que se adapten al mundo exterior.

El padre y los educadores en las escuelas deben replantearse si las actividades que se llevan a cabo con el infante son acordes para su edad, si son congruentes con su desarrollo psicomotor, (veo a muchos padres preocupados porque sus hijos aprendan a leer y escribir, cuando su cerebro y su anatomía no está preparada para eso). y deben replantearse que impacto tienen esas experiencias en el aprendizaje, la memoria, el lenguaje, las emociones.

El niño que sufre de desnutrición, emociones negativas, agresividad, maltrato físico o verbal por citar algunos, será un niño de conductas a la vista del adulto, inquietas, groseras, desadaptadas y otros calificativos que, si se atienden por sus consecuencias y no por sus causas, fomentaran el desarrollo de un niño victimizado por doble partida, (su entorno familiar y su entorno escolar).

Los factores que se consideran influyen en el desarrollo del cerebro del infante son nutricionales, emocionales, de índole genética y ambientales (familia, socioeconómico, cultural), pero también, intervienen las experiencias, el aprendizaje, la estimulación y en casos especiales las lesiones cerebrales.

La neuroeducación es un vistazo al desarrollo del cerebro y las formas de estimularlo, no tiene porque asustarnos esta palabra, no es para genios de la medicina ni para especialistas de la neurología, es para los padres y los maestros que se preocupan por el sano desarrollo de los niños, que se comprometen a conocer el desarrollo del infante y la forma en que se van integrando el pensamiento, el lenguaje y la conducta.

Si usted cree que tener a los niños bajo resguardo, entretenidos, jugando, viendo televisión, además de darle de comer, abrigarlos o hacerles cumplir su hora de dormir tiene resuelto su responsabilidad. Me atrevo a decir, que aún le falta conciencia sobre los factores de riesgo para el desarrollo cerebral del infante y falta de conciencia sobre el desarrollo de habilidades que estimulen la conducta de los niños en lo individual, social, cognitivo, emocional, sensoperceptivas y motoras que serán la base de toda una vida.

Pero usted también esta en proceso de aprendizaje, no crea que su cerebro ya está completamente maduro y no pueda aprender algo nuevo, empezando por establecer un vinculo de amor, comprensión, protección y educación de calidad con su hijo.  Un ambiente de armonía, de paz, alejado de violencia física y verbal, de demostraciones afectivas positivas, de respeto, comunicación, expresión y demostración de emociones, empatía, dedicación de tiempo y confianza estará dando un paso importante para el desarrollo no solo de su hijo, sino de la familia en general.  

Articulo inspirado en el libro PRIMERA INFANCIA, UNA MIRADA DESDE LA NEUROEDUCACION De Anna Lucia Campos. Editorial OEA. 2010