La necesaria Reforma al Poder Judicial.

julio 19, 2024 Por Ernesto Ugarte 0
En México nuestra Carta Magna establece que el Supremo Poder de la Federación se divide para su ejercicio en Legislativo, Ejecutivo y Judicial, y qué, como regla general, no podrán reunirse uno o más poderes en una sola persona o corporación, lo que sustenta el principio complementario de autonomía.
La visión actual y equivocada es que deben ser pesos y contrapesos, para dar equilibrio a la gobernanza. Esta forma de actuar está alejada de la razón por la cual se construyó un México independiente.
La división del poder está determinada por las funciones que deben cumplir con la sociedad, con el pueblo, con sus ciudadanos, y debe ser un poder que dicte, mantenga y vigile el Estado de Derecho.
El poder legislativo tiene la facultad de elaborar, modificar y reformar leyes que tienen cabida dentro de la Constitución Política Federal.
El poder ejecutivo lo ejerce el presidente de la República, quien promulga y hace cumplir las leyes aprobadas por el Congreso de la Unión, dirige las fuerzas armadas, nombra secretarios del gabinete entre otras facultades.
El poder judicial se encarga de la impartición de justicia mediante la interpretación y resolución de las controversias entre individuales y/o autoridades.
Así qué división no significa contrapesos, no se puede ejercer el poder que vaya contra el pueblo, contra el bienestar social, contra los derechos humanos, contra las garantías a la libertad.
¿Porqué es necesaria la Reforma al Poder Judicial?
Se equivocaron quienes en el poder abusaron de sus facultades, y construyeron una red de corrupción, de enriquecimiento, nepotismo, generación de impunidad, ineficiencia de la aplicación de la ley, violación de derechos humanos, y entrega de una justicia que no es pronta ni expedita, ni moral, ni ética.
Los jueces y ministros de la suprema corte tienen que actuar por el bien común de la sociedad, a la que sirven y para quienes se deben.
Cambiar todos los vicios en los que se encuentra actualmente atrapada la Suprema Corte, cambiar la visión de que el dinero da cobijo para la delincuencia y la impunidad. Por ello la Reforma es necesaria y es una propuesta que no tiene marcha atrás, con los siguientes propósitos:
1. Una nueva integración de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que actúe con eficiencia, austeridad y transparencia en el Máximo Tribunal.
2. Elección popular de ministros, Magistrados y Jueces, para otorgar legitimidad democrática de las y los impartidores de justicia. (Con reducción en número y periodo en el cargo).
3. Sustitución del Consejo de la Judicatura Federal. Y la formación de Órganos administrativos y disciplinarios independientes. Con capacidad de sancionar, amonestar, multar, suspender o destituir a los malos funcionarios públicos.
4. Nuevas reglas procesales. Con justicia expedita y equilibrios entre Poderes. (Con sesiones públicas, abiertas y grabadas.)
Esa es la esencia de la reforma al Poder Judicial.
Pero además se perderán privilegios que solo gozan una minoría como son jueces y magistrados, relacionados con su salario mayor al del presidente, sus largos periodos de más de quince años en el puesto, sus onerosas prestaciones, sus jubilaciones millonarias, su extenso nepotismo, etc. Esa es la verdadera razón por la que habrá un grupo que saldrá a protestar contra la reforma al poder Judicial.
Claudia Sheinbaum va con la Reforma, con la sentencia de que “La independencia judicial no es un privilegio de los jueces, es el principio que garantiza una adecuada impartición de justicia”
El sistema judicial en México, se ha convertido en clasista, y al servicio de los ricos. No hay políticas para el acceso a la justicia, un campesino, un obrero, si no tiene dinero para un abogado particular seguramente perderá un litigio, porque no hay suficientes prestadores del servicio de oficio. Los ricos compran la justicia, los pobres, no, y cuando se quiere impartir legalidad, el sistema tiene amarradas las manos con un aparato normativo que libera a los agresores por los errores en el proceso o la obtención de pruebas al margen de la ley.
Los juicios de amparo, proporcionan selectividad para el que tiene los recursos económicos, por eso decimos que la justicia mexicana es clasista. Y si al sesgo institucional le sumamos el sesgo ideológico y político, los temas que aborda la justicia están en contra de los derechos humanos, el derecho al agua, a la salud y a la vivienda. El pueblo esta indefenso ante un sistema que se ha construido para el poder económico, con decretos y sentencias que conservan privilegios de los poderosos.
La transformación del poder judicial es necesario, con un sistema que consulte al pueblo, a los indígenas, a las comunidades minoritarias, a la diversidad cultural, y que llene las lagunas y omisiones que hoy tiene nuestra constitución.
El sistema esta diseñado para el soborno, la interpretación al antojo y servicio del dinero. Y eso tiene que cambiar, la justicia debe ser universalmente accesible.
NO era un eslogan publicitario cuando se dijo estamos por la Cuarta Transformación de la vida pública del país.